ENCUENTRO DE NARRADORES-FERIA DEL LIBRO EN BUENOS AIRES

Cuando el relato se hace cuerpo

29 Abril 2011Sin comentarios
Los narradores Claudio Ferraro, Marta Lorente y Marc Laberge presentaron sus espectáculos de narración oral en la sala Julio Cortázar de la Feria en el marco del 16° Encuentro Internacional de Narradores.

El 16° Encuentro Internacional de Narradores: “A mí se me hizo cuento que empezó Buenos Aires” tuvo en escena a los exponentes argentinos de la narración oral argentina, Claudio Ferraro y Marta Lorente, y, haciendo gala de su título de “internacional”, también participó el canadiense Marc Laberge, en la sala Julio Cortázar.
A sala llena, los relatos se hicieron carne en los espectadores a partir de la interpretación de los diversos personajes por cada uno de los narradores. Ferraro presentó parte de sus relatos matrimoniales con los cuentos Un futuro radiante, de Ruth Rendell, y Noche fría en el lago Leonor, de Jonathan Gray; dos cuentos de comedia negra en donde un asesinato tiene lugar dentro un matrimonio en el que participan tres. “Yo tengo tres espectáculos de relatos matrimoniales, y es una temática que me interesa mucho, primero porque estoy casado hace 22 años, y segundo porque me parece que la pareja se parece mucho a la vida. Y elegí a estos autores porque me gustan mucho los autores americanos e ingleses, y me parece que el suspenso dice muchas más cosas que cualquier cuento realista. Es un género que me gusta y me parece que funciona, creo que con ellos le pude poner a las historias ese tono de comedia negra en donde, aunque haya dos asesinatos, la gente sigue riéndose. Además, ahí aparecen cosas que más de uno quisiera hacer, resolver las cosas drásticamente, pero como es políticamente incorrecto, no lo hace”, dijo.
Por su parte, Lorente desplegó su erotismo en los dos relatos ¿Qué hacés cuando salgo de casa?, de Doris Dorrie, y No es bueno que el hombre esté sólo, de Elena Marengo. El primero, acerca de una mujer que descubre que su marido practica cross dressing, y el segundo, sobre las relaciones sexuales maltrechas de un matrimonio desgastado luego de 15 años. “Hace 26 años que cuento historias, pero hace unos 11 que me dedico a la temática erótica; tiene que ver con una curiosidad que yo tenía acerca de qué pasa con la palabra dicha, qué es lo que provoca. Por supuesto, lo que elegí hoy no es lo que más provoca cosas porque el clima general de una feria no favorece este tipo de sensaciones, por eso busqué los textos que tuvieran más ritmo. Yo hablo del sexo y el erotismo porque en general es un tema que se habla, o desde lo muy chabacano o desde lo médico, de un modo totalmente aséptico, y yo creo que se puede hablar de las experiencias sensuales sexuales desde otro lugar y que hay bastante para decir”.
Y por último, Laberge, a pesar de algunas dificultades gramaticales propias del traspaso del francés al español, logró generar empatía con el público, el cual participó ampliamente e el desarrollo de sus historias. La primera, sobre un sastre que vestía mal, y otra sobre un caldo único que no podía ser imitado.
Acerca del género, Lorente señaló que la narración se acerca a la actuación en lo referido a la interpretación de personajes. “El poder creerte un personaje y meterte un poco en él te da una actitud interpretativa diferente. Además, el narrador está constantemente mirando a su público con complicidad, y ahí va viendo todo lo que está pasando”. Al respecto, Ferraro agregó: “Acá no hubo un apagón para dejar sólo la luz en el escenario, porque nosotros contamos “con”, no contamos “para”. Y esta cuarta pared que está buenísimo que no esté es lo que permite que nosotros podamos jugar; cuando el señor mira el reloj y se quiere ir, cuando la señora se durmió y se babea, todo se ve, para bien y para mal. Todo esto sucede, y acá nosotros jugamos con eso, hay un constante atender al público. Nosotros logramos entretener al público durante 50 minutos y encima, hay literatura, y de la buena”.

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